Aires de pena corren,
suspiros de luto para los españoles.
Tristes, agonizan, tristes
tristes por los que han perdido, tristes.
Lágrimas negras que impulsan los corazones,
corazones de todos los españoles.
Gemidos de dolor y aires de tristeza,
de los que sufren para morir, una larga espera.
Porque están muertos en vida,
después de sufrir la agonía.
Se mueren de dolor al ver
aquella gente que quieren,
que han muerto en aquel tren.
Gritos de silencio recorren,
cada escuela, cada calle,
miles y miles de españoles,
que sufren al ver esa masacre.
No debería haber nadie,
capaz de hacer ese barbarie,
y es que matar a un hombre,
no es defenderte, porque siempre,
siempre será y fuere,
matar a un hombre.
Pobres niños ya sin padres,
almas en pena viajan por el aire,
el rencor que ahora nace,
porque nadie NADIE tiene derecho
a quitarle a un niño sus padres.
Pobres padres ya sin hijos,
que naufragan solos en su navío,
buscarán, sin dejar al destino,
que pongan a cada cual en su sitio,
buscarán venganza por la muerte de un hijo.
Pobres gentes, que son muerte,
pobres corazones latientes,
maldita escoria que mueve,
día a día tanta muerte.