Desborda, la distancia, el sentimiento
embargados de rabia y de impotencia,
al no poder estar en el momento
de ayudar, mitigando el sufrimiento,
ante el terror, la ignominia, y la inconsciencia.
Lamentar que en el mundo quede gente,
cuya razón de vivir es la venganza.
Segar la vida, es parar la enseñanza,
dejar la creación sin objetivos,
¡grite el silencio, de nuestras manos blancas!
Se venza el fanatismo y la ignorancia,
germinen nuevas huellas y caminos.
Y ante el crimen sin causa, nuestro orgullo,
ante la cobardía, nuestro empeño,
que nos sepan unidos y seguros,
¡no pasarán!, si nos sentimos uno
siendo español, canario y madrileño.