En El Bronco (Cáceres) ya han florecido las mimosas, reverdece el campo, se oye trinar a los pájaros y balar a los corderos recién nacidos, hasta la ribera va llena de agua…. Llega la Primavera.

Pero con la lluvia llegó el viento nocturno, y con el fuerte viento se rasgó por medio el que aparentaba ser un robusto tronco de una de las mimosas, la más florecida. Una de las partes terminó en el fuego, la otra permeció florecida por unos días más, y a pesar del desgarrón, el próximo año volverá a anunciarnos anticipadamente la Primavera.

¡Cuánto hay que aprender de la Madre Naturaleza!

El viento huracanado del 11 de marzo de 2.004 llegó con la muerte hasta el pequeño pueblo de El Bronco. Desgarró con su ráfaga de violencia el árbol familiar de Ponci y Mari, desgajó una de sus espléndidas ramas y dejó al resto del árbol temblando hasta las entrañas. Se llevó a Eva Abad, joven florecida, como las flores que le gustaba contemplar en la ribera del El Bronco, plena de proyectos de futuro, como el agua que ahora llena su ribera preferida.

Pero el árbol de esta familia tiene raíces profundas y sigue en pie. Continúa la vida, como la mimosa desgarrada de El Bronco. Y desde hace dos meses, como anuncio de que la vida es superior a la muerte, como lección de esperanza para los que siembran desesperación, ha nacido una nueva Eva. Viene cargada de fuerza, ilusión, alegrías, esperanza. Sobrina de Eva Abad. No viene a este mundo a ocupar el lugar dejado por su tía, eso es imposible; viene a indicarnos los caminos que la humanidad debe andar, que no son otros que los de la vida.

Sirvan estas letras como homenaje a Eva Abad y a todos los que murieron en el 11M en Madrid. También como homenaje a todas las familias que ese día fueron «desgarradas». Vaya también como muestra de cariño de los vecinos de El Bronco a Ponci y a Mari y a su familia. Sirva el anuncio bello y lleno de ternura que Eva, una niña de dos meses, nos trae: OTRO MUNDO ES POSIBLE, EL QUE NACE DE LA VIDA.