Después de haber analizado detenidamente la Sentencia de Apelación de fecha 13 de julio de 2022, que en lo fundamental mantiene la Sentencia de mayo de 2021 con algunas modificaciones, y considerando que recurrir al Tribunal Supremo no tiene visos de prosperar por falta de nuevos argumentos jurídicos, nuestra decisión es no recurrir la Sentencia de Apelación, ya que además de no conseguir más beneficios de los hasta ahora conseguidos para las víctimas, puede darse el hecho de que las víctimas queden perjudicadas porque al recurrir no podrán recibir las indemnizaciones correspondientes hasta que la sentencia no sea firme y además puede que sea devuelta a la Audiencia con lo que una nueva sentencia puede que sea más perjudicial que la actual.

Tres son los motivos que nos han llevado a tomar esta decisión:

  1. Los requisitos de un recurso de casación hacen que su naturaleza sea extremadamente rigurosa y se exige que concurran motivos de casación tasados en la Ley. De ahí que sea prácticamente imposible la modificación de los hechos probados o que deba existir una vulneración flagrante de preceptos constitucionales o de infracción de Ley. Ya la Sección Tercera y ahora la Sala de Apelación han confirmado los hechos probados y su valoración jurídica, que, aunque no la compartimos en absoluto, hacen muy difícil una modificación vía Recurso de Casación.
    Seguimos pensando que Driss Oukabir y Mohamed Houli Chemlal debieron ser juzgados y condenados como cooperador necesario el primero y como cómplice el segundo de los atentados en Ramblas y Cambrils. Pero todo se torció con el tantas veces denunciado Auto de Procesamiento del Juez instructor, que hizo suyo la Sección Tercera y ahora asume la Sala de Apelación. Es ahora muy difícil que el Tribunal Supremo se aparte de ese criterio.
    Hemos conocido en fechas próximas a la publicación de la Sentencia de Apelación, la Sentencia pronunciada en Francia por los atentados terroristas yihadistas cometidos en París y hemos tenido ocasión de analizarla. Utilizando los mismos criterios jurídicos aplicados por el tribunal parisino en su sentencia, estamos convencidos de que las penas a Mohamed Houli Chemlal y Driss Oukabir hubiesen sido más graves.
  2. Los motivos de un eventual Recurso de Casación se basarían exclusivamente en esta cuestión, es decir la responsabilidad penal por asesinatos y lesiones terroristas de Driss Oukabir y Houli Chemlal. La posible nulidad del Auto de apertura de juicio oral al no incluir los asesinatos y la expulsión de nuestras pretensiones de condenas, ya en Sentencia, sin valorar las abundantes pruebas en su contra que permitían sostener esta acusación.
    Como la Sala Segunda del Tribunal Supremo no puede llevar a cabo esa condena, en el caso que estimara los motivos, se nos presentaría un escenario no deseado, que es retrotraer las actuaciones al momento de dictar Sentencia por la Sección Tercera, para que dictara nueva Sentencia contra la que cabría nuevo Recurso de Apelación y contra la sentencia de apelación, nuevo recurso de casación, lo que dilataría en años la firmeza de la Sentencia y el cobro de las indemnizaciones a las víctimas reconocidas en Sentencia y que aún no las han percibido porque el Ministerio del Interior dice esperar la firmeza de la Sentencia para proceder.
  3. Creemos que las víctimas no salen perjudicadas por esta difícil decisión. Al contrario, no hubiéramos dudado ni un minuto si creyéramos que el recurso de casación les beneficiaría. Una eventual estimación sólo les afectaría en saber que Driss y Houli cumplirían prisión permanente revisable, pero no a su reconocimiento como víctimas del terrorismo ni a las cuantías de las indemnizaciones, que deberían aún esperar varios años más. Y no queremos contribuir a esa injusticia con las víctimas que o bien no están reconocidas o bien no han percibido sus indemnizaciones.
    Hemos valorado criterios técnicos sobre la viabilidad del posible Recurso y se ha descartado por motivos técnico-jurídicos sobre la procedencia. En modo alguno supone asumir los criterios de la Sala de Apelación ni renunciar a nuestros postulados, sólidos y bien fundamentados. Simple y tristemente, nos vemos encorsetados por los requisitos de un Recurso de Casación desde el punto de vista de una acusación como la nuestra para obtener una casación que podía tener consecuencias perniciosas para las víctimas que representamos. Y a ellas nos debemos y por ellas trabajamos y es lo que hemos creído más conveniente para sus intereses.

Por supuesto que deseamos el mayor de los éxitos a las otras acusaciones particulares que sí han preparado recurso de casación. Nuestra Asociación se personará en la Sala Segunda del Tribunal Supremo y no nos apartamos del procedimiento, entre otras cuestiones para poder impugnar y rebatir los recursos de las defensas de los condenados que, aún pretenden no sólo salir mejor librados, sino su absolución.

Además, ya hemos solicitado reunión con la Dirección General de Apoyo a Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior para conocer en el ámbito administrativo la situación de las víctimas que representamos, así como para buscar y encontrar soluciones.

Y seguiremos trabajando, ya sea en la ejecución de la sentencia, ya sea en los órganos y tribunales contencioso-administrativos si llega el caso, hasta conseguir que todas las víctimas que representamos consigan el reconocimiento que se merecen.