Te negaron el sol, las primaveras,
el mes de abril que amabas tercamente,
te negaron los cielos despejados,
las terrazas de fiesta, los veranos,
te negaron las noches junto al pozo,
la madreselva abierta y olorosa,
te negaron las brumas, los otoños,
las manzanas lustrosas, los membrillos,
te negaron paseos y senderos,
el viento de noviembre, los inviernos,
te negaron la escarcha y el abrigo.
La vida y sus milagros y sus sueños.