Amanecer con tristeza
caminando hacia la muerte
aquel fatídico día
en el mundo está presente.
11 de marzo en Madrid
dónde se sembró el dolor
por unas manos malditas
que no tienen corazón.
Como cerraron los ojos
de tantas vidas humanas
nunca me podré olvidar
de aquella triste mañana.
Hombres, mujeres y niños
caminan hacia la muerte
en aquel maldito tren
que se encontraron de frente.
Allí dejaron sus vidas
por unos lobos sangrientos
que solo buscan la muerte
como animales hambrientos.
Cuántas ilusiones rotas
cuántos pensamientos vanos
cortados por unas fieras
que no son seres humanos.
A Dios quiero preguntarle
y quiero que me conteste
qué hicieron aquellos hombres
para encontrarse la muerte.
Cada vez que lo recuerdo
se me encoge el corazón
y sin poder remediarlo
va aumentando mi dolor.
Mi homenaje es para ellos
con sentimiento profundo
y las manos asesinas
que se vayan de este mundo.