Mofa, baile perenne que aquí todo es medido,
mis sensaciones solas los esfuerzos solemnes,
concluyen derretidos los pasos controlados,
pensamientos pesados el llanto del que llora,
la risa del que ríe. Sí ayer me lo contaron.

Tus derechos son míos son los mismos derechos,
y tú también los tienes sin comprender desvío,
al respetar los míos me parece imposible,
nos perdonan los muertos con sus voces tapadas,
miles de almas calladas sin servir para nada.

La Tristeza de Blanco Luchaba por Palabras
con el Corazón Válido, sus pesas te reclaman
para medir de nuevo los trece mil dialogos,
entretienen la espera quizá más importante
y cuando se desmide lo medido con sombras.

Porque no se conducen las esperanzas solas,
necesitan los brazos y las tardes serenas,
confío que me equivoque en los cálculos nuevos,
con medida electrónica se aclare incertidumbre;
que la necesitada es el alma bien medida.