I

Nuestras hojuelas terminales
las malograsteis un 11 de marzo
íbamos con observancia al trabajo
en trenitos se volaron, los sensoriales.

Como insensos muy razonables
en estos versos declaramos:
que aunque vacíos de anhelo
con los nuestros hacemos el paisaje.

Sumidos en el abismo del dolor,
no sabemos del todo comprender,
lo nuestro, no es la destrucción.

Lloraremos sobrado para prevalecer,
¡Ay!… dejarnos trabajar, por favor
que en la vida hay que hacer.

II

Un 11 de marzo nos segasteis las vidas
y las hojuelas terminales,
¿estáis orgullosos y triunfales
de la acción tan constructiva?

Vuestro trabajo es suicida
por aspiraciones serviciales,
andáis produciendo desordenes,
habéis venido faltos de sabiduría.

No sabemos del todo comprender,
sumidos en el abismo de tanta ira,
porque lo nuestro es prevalecer.

Lloraremos sobrado la ruina,
aquí tenemos mucho que hacer,
¡qué bien se vive, sin mohína!